Aquel anochecer del 27 de Muharram del 478 de la Hégira se abría paso con tristeza sobre el Al-Qasar, la fortaleza que dominaba toda la ciudad, tan triste aquella noche como su cielo. Los creyentes rezaban sin esperanza porque el rey rumí, otrora amigo de su rey taifa, fuese derrotado por unos aliados que nunca llegarían o mostrase, al menos, compasión por los habitantes de Tulaytula. El Emir dejó que su mirada siguiera el vuelo de las águilas que portaban las tristes nuevas a todos los Nidos cercanos y al Alamut, envidió su libertad para volar lejos, pues a él le restaban muchas horas de lucha, la de la espada o la de la palabra, contra sus enemigos kafir.
Triunfante, el caudillo de la hueste contempló con satisfacción la Puerta de Alcántara que tanto se les había resistido en los últimos meses, ahora sería un buen lugar para el paso triunfal de su Corte de camino al encuentro con el derrotado señor de la ciudad, a quien planeaba poner cuantas condiciones de rendición pareciéranle oportunas. Su montura, uno de sus ghoul más apreciados, piafaba con nerviosismo ante la expectación de su amo. Le quedaban pocas horas a la Toledo musulmana, un rey cristiano se ceñiría en breve su corona, y un Príncipe castellano sujetaría las riendas de la noche.
Y al fin y al cabo... ¿quién dará voz al resto de inmortales?
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Bienvenidos a la Edad Oscura
Europa lucha por resurgir a su gloria anterior mientras pone su mirada en Tierra Santa, pero en la Península Ibérica se libra una cruzada propia contra los representantes del Islam. Las disensiones entre los propios reinos musulmanes han abierto las puertas al avance cristiano y en el último tercio del siglo XI la frontera sur acaricia ya Toledo. Varias tentativas y un largo asedio a la ciudad del Tajo han debilitado a su rey taifa Al-Qadir, aliado en otros tiempos del rey castellano, hasta el punto de impulsarle a rendir la ciudad a cambio de un salvoconducto y un feudo en Valencia, con la oposición de parte de su pueblo y de las taifas cercanas. Con todo, Alfonso VI logró derrotar la resistencia y entrar en la ciudad el 25 de Mayo del Año del Señor de 1085. Y con él los Vástagos que habían luchado la guerra de la noche...
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